Aplausos y cooptación: nuevo sistema de integración.
febrero 7th, 2014 | Publicado en Crítica | 5 Comments
Mira que nos gusta en este país nuestro lo de las reuniones y los eventos para darnos palmaditas y autobombo. Pero es que ahora con los medios sociales más. Lo curioso es que con independencia del medio empleado, en todas estas reuniones hay como dos ámbitos, el de los palmeros y el de aquellos que promueven las palmas y en medio del estrepito de congratulaciones y autobombo dicen lo que hay que hacer, como hacerlo y toman las decisiones, en esto consiste el sistema nuevo de integración: «aplaudan , aplaudan, que yo decido»
Además en estas reuniones y foros suelen hablar los personajes visibles y públicos de cada sector, grupo profesional o clan, como sucede en economía o en política. Si el tema a tratar además es de calado o profundidad, la cuestión es que son estas mismas personas las que tras posicionarse en el púlpito correspondiente hablan sobre lo que hay que hacer, como hacerlo, quien debe hacerlo….; eso sí, no dejes de aplaudir que te que quedas fuera del sarao. Por tanto, si como observador pasivo tienes la tentación de dejar de dar palmaditas y abrazos, los miras además de escucharlos, incluso afinas la mirada y los ves, te darás cuenta que ya los conoces, que son los de siempre, que no se bajan de púlpito ni con agua caliente. Y como suelen pasar algo más de una década ocupando determinados cargos o ejerciendo determinadas funciones de salvación, bien directamente, indirectamente o delegando en familia o amigos, es normal que no recuerden los errores cometidos por ellos mismos y que por tanto volvemos a repetir, y que son los que ahora quieren arreglar, todos queremos arreglar. Ello sin lugar a dudas nos debería obligar a dudar de la excelencia de sus predicaciones y brebajes de barrabas para solucionar cualquiera de nuestros problemas, pero siempre es más fácil seguir al que se pone el primero o se oye más fuerte que a las estrellas, aunque estas sean más fiables y no tengan quien las aplauda.
En efecto, cuando hablamos de castas ya sean familias o empresas que llevan más de una década tomando decisiones en el seno de una organización, sector o actividad, no cabe sino inferir que han sido el origen de algunos aciertos, así como igualmente han sido sus ocurrencias, intereses y deficiencias las causantes de errores, sin lugar a dudas con solución, si bien, una solución que en muchas ocasiones pasa por dejar de contar con ellos al frente de la nave para que sea capitaneada por otros. Pero no se quintan.
Para alimentar aun más el escepticismo acerca de las virtudes de nuestros gurüs de toda la vida, basta con conocer el sistema de selección de élites que sigue siendo una práctica generalizada en España y en cualquier organización, sea pública o privada. Aquí se llega arriba en las empresas, en la política, en las organizaciones, en las comisiones de negociación o cualquier otro sitio, con independencia del sector mediante cooptación, esto es, el compadreo, el enchufismo, el nepotismo o caciquismo corporativo. Todos éstos son síntomas de una enfermad llamada corrupción, que castiga España como un azote constante en el tiempo, y que no tiene porque ser solo económica sino que puede serlo también moral.
febrero 7th, 2014 at 15:59 (#)
Bueno y valiente artículo Jose Juan, me apunto lo de cooptación.
febrero 7th, 2014 at 17:45 (#)
Me gusta tu estilo crítico y nada complaciente con tu entorno inmobiliario, aunque agradecería que bajaras un puntito el lexico a la hora de expresarte. Ya sabemos que sabes no hace falta que nos lo demuestres en cada frase. Se trata de entenderte y comprenderte. No se si aplaudirte ya que corro el riesgo de que me acuses de compadreo. Comparto en lo básico tu opinión, aunque me considero palmero de uno de esos grupos que organizan eventos, simplemente por afinidad de pensamiento inmobiliario. No vivimos en un mundo perfecto, eso ya lo sabemos, aún así agradezco tu reflexión en voz alta.
febrero 7th, 2014 at 18:22 (#)
José María el modo en que uno escribe es algo personal y el ejercicio de mi profesión probablemente contamine de cierto léxico. Agradezco tu sugerencia. Cuando me refiero a los palmeros no es en sentido peyorativo, hago alusión al conformismo con la situación en que nos encontramos, con la falta de crítica en sentido constructivo, con no dejarnos simplemente llevar. Te agradezco tu opinión.
febrero 7th, 2014 at 23:24 (#)
Querido José Juan, en realidad en este país sí que hay muchas personas que no nos alineamos más que con el sentido común, que nuestros intereses se ven venir y que cada mañana cuando nos miramos en el espejo queremos ser mejores personas, mejores profesionales e incluso nos gustaría, por qué no, cambiar las cosas. Aún así, como solemos andar medio solos, nos dejamos avasallar por estos personajes caciquiles, por sus «abrazafarolas» y sus «correveidiles», como diría aquel periodista deportivo, simplemente porque están más vivos a la hora de organizarse en función de su objetivo. Pero amigo, es que «la cabra siempre tira al monte». Y en mi monte hay una frase que me encanta, que dice algo así: si luchas por cambiar las cosas puedes perder, pero si no luchas «estas perdido».
febrero 9th, 2014 at 12:30 (#)
Chapo