Del tinto al orfismo de verano.
julio 6th, 2015 | Publicado en Crítica
Como siga así la actualidad lo mismo este verano nos ahorramos la típica noticia veraniega sobre el peñón – con pendón.es -de Gibraltar, para llenar espacios informativos y distraer al personal con agravios y los datos del agujero fiscal que supone, eso si, mientras disfrutamos del tinto de verano. Habrá que esperar para comprobar si ello es así termine San Fermín y el Tour de Francia , pero la verdad es que lo que está sucediendo en Grecia a día de hoy va a dar mucho qué hablar en radios, televisiones y tertulias de amigos, amen de que personalmente considero nos esta ofreciendo una lección práctica de «filosofía política», de la que cada uno tiene que sacar sus propias conclusiones.
Que los españoles somos proclives al maniqueísmo, el bipartidismo y otros muchos ismos es un hecho notorio que tras los sucedido ayer en Grecia provocará existan dos Españas, las de siempre. El debate nacional y tertuliano exige carga de profundidad, desenfreno y mala leche en las dos líneas de argumento enfrentadas, esto es, entre quienes sostienen que los griegos y/o su gobierno son unos golfos que se lo han gastado todo y quieren vivir del cuento – y no precisamente de los de Homero– sin devolver lo que deben, y aquellos otros que dirán que son unos héroes que luchan por la democracia y Europa a modo de los 300 espartanos frente a la persa Merkel y su»tropa» del Banco Central Europeo. Así somos y así seguiremos siendo durante algún tiempo como no cambien los planes educativos en este país nuestro – llamado España para las víctimas de los mismos hasta la fecha– , pero eso sí que es otro cuento.
La cuestión y reflexión que quiero hacer y compartir de lo acontecido ayer es que hay un hecho que es objetivo, y es que se ha demostrado que las cosas se pueden tratar de hacer de otra forma, o al menos de forma distinta a como se han venido haciendo hasta el momento, como por ejemplo en Portugal, Irlanda e incluso España. A partir de ahí valoren ustedes, cada uno con son sus ismos si los tienen, pero lo cierto es que cuando uno dispone de más de una opción para elegir es obvio que es algo más libre, amen de que tiene más probabilidades de equivocarse.
Sin perjuicio del resultado final que habrá que ver cual es, y lo más probable es que sea el mismo o muy parecido al pretendido ahora por el resto de países, el procedimiento seguido ha hecho o mejor dicho puede hacer que quienes tienen que devolver el dinero lo acaben haciendo, pero con la percepción colectiva de hacerlo más dignamente, y eso tiene un gran valor. Ese es el espacio que la ciudadanía griega ha ganado con el informal formalismo del referéndum, ha introducido un elemento de contenido político en un contexto financiero , y ya se sabe que en política dos más dos no siempre son cuatro. Como dijo Antonio Machado solamente el necio confunde valor y precio, o como decía el anuncio de las tarjetas Mastercard “ hay cosas que no tienen precio” y añado yo “aunque se acaben pagando con tarjeta”; elijan ustedes la fórmula que más les guste pero que Grecia y los griegos pagarán es algo seguro, con o sin tarjeta, ahora bien, pagarán el precio de aquello que deben pero lo harán ademas con el «valor» añadido que supone hacerlo tras decir que no a cualquier precio. Y ello gracias a la expresión política que supone votar y eso no es moco de pavo, ni una cuestión secundaria sino principal porque es una cuestión moral y por tanto de personas, no solo de números. Al margen de la importancia de ese «valor» y volviendo a los números, que claro que importan, el referéndum ha sido sin lugar a dudas un paso más en la estrategia a seguir en el camino de la negociación, un camino que conduce a una Europa donde todos queremos seguir juntos, más juntos, y eso es lo fundamental, por lo que seguro que habrá acuerdo. No lo duden. Lo que se está debatiendo ahora es el precio que unos y otros tendremos que pagar por ese acuerdo.
En definitiva, que disfruten del tinto de verano, esperemos un poco más para ver si tenemos noticia veraniega de Gibraltar, y sigamos la evolución de esta «tragedia griega» que acabará a modo de una transmigración órfica … pero bueno, eso ya se verá.